viernes, 31 de agosto de 2012

INTERSECCIONES (I)

Se trata de un edificio polideportivo, en el que la estructura principal son cerchas de sección triangular a base de tubos y cuadernas de acero de dimensión variable en cada sección de la cercha, de 41 metros de longitud, con la particularidad de que una vez ubicadas en su posición definitiva, estas interseccionan con los cerramientos verticales penetrandolos hasta el exterior, tanto en la fachada principal como en la posterior.



Una vez montada la estructura metálica, teniendo en cuenta que en los dos cerramientos debía ejecutarse una fachada a base de paneles verticales de policarbonato celular, de 50 mm de espesor, 495 mm de ancho y de altura a medida, nos encontramos con el problema de tener solucionar la penetración de los tubos de la cercha con las dos fachadas.

El acabado deseado por todos era evidentemente una penetración limpia, la estética de los tubos estructurales saliendo de la fachada de policarbonato es inigualable, pero pronto tuvimos que desestimar esta opción porque aunque en el arranque de la primera intersección se hubiesen podido montar los paneles lateralmente, la estructura no estaba modulada para que la distancia entre los ejes de las cerchas coincidiese con el múltiplo del ancho de las piezas de policarbonato, y viendo las intersecciones sucesivas a la del arranque, el ajuste de las piezas era imposible de montar sin destrozar los paneles.
Después de haber decidido cambiar el sistema, nos planteamos como solucionar estos puntos conflictivos, tan importantes a la vez, ya que esta parte de la fachada acaba interactuando con la estructura del edificio y nos podían dar problemas de humedades. Finalmente, después del estudio de los materiales utilizar, nos decantamos por la formación de un sandwich fabricado in situ, formado dos planchas de acero de 3 mm de espesor con un aislamiento de lana de roca de alta densidad en el interior, siendo el espesor total del conjunto 50 mm. Para poder soldar las chapas de acero, el conjunto debía de tener un marco de tubo de acero estructural cuadrado de 40.40.5 mm, que iría soldado a la subestructura de perfiles IPE-270. Este tubo también nos serviría para atornillar los perfiles U de aluminio donde debían embutirse los paneles de policarbonato.
En la fachada principal teníamos el problema añadido de que a parte de los tres tubos redondos de la cercha, también penetraban las dos diagonales que soportaban las tensiones del apoyo de esta sobre los pilares, por este motivo, se tuvieron que sacar plantillas de hasta 4 piezas por cada lado, interior y exterior, ya que era la forma más sencilla de entrar las chapas hasta su posición definitiva. Es de vital importancia dejar una llaga entre los tubos de la estructura metálica y las chapas de acero, la función de esta es permitir la dilatación y los pequeños movimientos de la estructura debido a las oscilaciones de temperatura, sobretodo en verano. Para evitar la entrada de agua, esta llaga debe rellenarse con un material elástico, preferiblemente una silicona acrílica o una masilla adhesiva elástica que posteriormente pueda pintarse. Las uniones entre chapas y chapas-tubo también tiene que rellenarse con un material elástico, de tal forma que el conjunto quede totalmente estanco a la acción de la lluvia.

En la fachada posterior del edificio se aplicó la misma solución para el mismo problema, en este caso solamente necesitamos 3 piezas, ya que en esta intersección las diagonales quedaban fuera del grueso del cerramiento.






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