miércoles, 25 de julio de 2012

CUBIERTA TRANSITABLE EN ESPACIO PEATONAL PÚBLICO

Se trata de un edificio polideportivo en el que todas las dependencias de planta baja (vestuarios, almacenes de material deportivo, gimnasio, sauna, recepción, etc.), se encuentran debajo de una plaza de acceso público, que se resuelve con una cubierta invertida transitable acabada con un pavimento pesado, en este caso con piezas de piedra de Ulldecona (caliza autóctona de la zona), con la particularidad que toda ella desagua hacia el interior del edificio.

En este tipo de cubiertas el agua de lluvia que recoge la cubierta evacua en dos escorrentías, la primera es la visible, es el agua que se desliza por la superficie del pavimento acabado, la segunda, que no se ve, es el agua que filtra por las juntas de las piezas del pavimento y la capa de mortero hasta que llega a la lámina impermeable, que por su pendiente la llevará hasta el desagüe mas próximo.

La solución adoptada en este caso fue la formación de una canal construida in situ, impermeabilizada con una lámina asfáltica adherida, que no permitiese ningún tipo de movimiento, que es la que realmente recoge el agua de la cubierta y la evacua por las bajantes; sobre esta se colocó una canal prefabricada de hormigón polimérico, que es la que recoge el agua que llega por la superficie del pavimento, y que da el acabado estético que requería el proyecto.



En primer lugar debe verificarse que el cálculo de las bajantes es suficiente para evacuar todo el agua de lluvia que recoge toda la superficie de la cubierta. Cabe recordar que la canal prefabricada, aunque recoja el agua de la escorrentía superficial, es simplemente un elemento estético, lo que realmente funciona y garantiza la evacuación del agua son el número y diámetro de las bajantes que van unidas al canalón asfáltico, y que a ser posible deben repartirse proporcionalmente a lo largo de este.

En segundo lugar deben tenerse en cuenta los espesores de todos los elementos que conforman la cubierta y la pendiente que tendrá la misma. Es imprescindible saber las dimensiones de la canal prefabricada y su posición definitiva una vez colocada, ya que esta será la que marque el grueso de la formación de pendientes en la zona de recogida de aguas. Según la pendiente que lleve la cubierta, tendremos diferentes encuentros con los lados del perímetro y con los diferentes elementos que haya dentro de ella como chimeneas, patios de luces, etc.; debe preverse cualquier encuentro no deseado antes de empezar los trabajos, de no ser así nos podríamos encontrar que debamos hacer un remate no deseado estética o técnicamente.

Una vez ejecutados los muretes perimetrales con bloques de mortero rellenos de hormigón (2), se construye la canal inferior (3) con mortero y ladrillos cerámicos, dándole formas redondeadas para evitar el corte de la lámina asfáltica al adherirla con el soplete. Después se procede a la formación de pendientes (4) con un material ligero, que en nuestro caso fue hormigón celular. Cabe recordar que antes de la aplicación del hormigón celular deben preverse las juntas de dilatación de la lámina asfáltica.

Una vez seco el hormigón celular, se impermeabiliza la cubierta con una lámina asfáltica (5) o similar, en este caso se colocó una lámina de betún elastomérico de 4 kg, con armadura de fieltro de poliéster LBM (SBS) 40 FP, colocada no adherida al soporte para permitir la dilatación de misma. También deben ejecutarse las juntas de dilatación que hagan falta para que la lámina trabaje correctamente. Es muy importante que el hueco de la bajante quede completamente sellado, no debe haber ningún tipo de pérdida por este punto, para ello existen unas piezas especiales en forma de cazoleta (6) que van pegadas a la lámina y embutidas dentro de la bajante.


Una vez hechas las pruebas de estanqueidad necesarias para comprobar que no hay ninguna fuga, se coloca en todo en ancho de la canal una banda de aislamiento térmico (11), no hace falta que esté adherido ya que encima irá la canal prefabricada de hormigón polimérico (8). Antes de la colocación de esta, decidimos aplacar con cemento cola unos ladrillos huecos sencillos (7) en la parte del peto, que nos servirían mas adelante para aumentar la adherencia del revestimiento de acabado. Cuando se coloca la canal de hormigón, debe tenerse en cuenta que esta ha de quedar separada unos centímetros del aislamiento térmico, el agua de lluvia tiene que circular libremente hasta los desagües. Por este motivo, no se debe macizar toda la parte inferior de esta, la canal debe asentarse sobre toques de mortero, lo suficientemente resistentes y separados entre ellos unos 50 cm, dejando libre la parte central para la circulación del agua. En los tramos de canal que coinciden con el desagüe, deben hacerse unos cortes con la radial (10) para dejar pasar el agua rápidamente a la canal asfáltica inferior, tal como se muestra en la siguiente fotografía.



Una vez asentada la canal prefabricada se puede colocar el aislamiento térmico por toda la cubierta, en este caso placas de poliestireno extruido (XPS) de 50 mm de espesor (11), estas deben tener una resistencia mínima a compresión de 300 MPa ya que han de soportar un peso considerable. Encima, como protección puede ponerse un geotéxtil (12) como lámina separadora, que tenga resistencia al punzonamiento. A medida que va extendiéndose el geotéxtil va ejecutándose la capa de mortero maestreado, de unos 4 cm de espesor (13). Es muy importante que la capa de mortero esté bien ejecutada, tiene que quedar completamente plana, con la pendiente necesaria y que permita la colocación del pavimento de piedra adecuadamente. Es importante tener en cuenta las juntas de retracción de la capa de mortero, en algunos casos los cortes pueden coincidir con las juntas de dilatación de la lámina asfáltica.

Finalmente se empieza la colocación del pavimento, piedra de Ulldecona (caliza autóctona de la zona), que en el caso de esta cubierta debía ser como la de la fachada, a corte de sierra, de 60 cm de ancho, largo libre entre 50 y 120 cm, de 3 cm de espesor, de esta forma los fabricantes pueden aprovechar piezas rotas o sobrantes de otras obras adaptando el corte a las necesidades de esta. La colocación de la piedra debe realizarse con la técnica del doble encolado con llana dentada, y con un mortero adhesivo cementoso de altas prestaciones, en este caso se utilizó del tipo C2TE-S2,  que es un mortero cementoso mejorado, con deslizamiento reducido, fraguado lento y altamente deformable. Es muy importante que el material de agarre permita la dilatación de la piedra, ja que esta se mueve según la temperatura que soporte, principalmente con las altas temperaturas del verano.



También son de vital importancia las juntas del pavimento, ya que de no dejarse el espesor adecuado podrían empujarse unas piezas a otras, pudiendo soltarse algunas del soporte. Después de algunas reuniones, se decidió dejar todas las juntas abiertas (sin ningún tipo de material de relleno), de 8 mm de espesor las longitudinales y 3 mm de espesor las transversales, dando mas fuerza visual a las lineas perpendiculares a la canal. Una vez acabado el pavimento y colocada la carpintería metálica del cerramiento, se hicieron los remates de la parte de la canal, con el mismo tipo de piedra, a corte de sierra, pero en este caso al ser piezas menores, de 2 cm de espesor.




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